Cuando Avatar volvió a los cines este mes, 13 años después de su estreno original, la gente recordó las muchas maravillas de la película. La epopeya CGI fue elogiada por los avances en la tecnología de captura de movimientos y por el vasto mundo que hizo tan especial a la película. Pero hubo una escena a la que algunos espectadores siguieron apegados: la escena de sexo capilar, en la que Jake Sully y Neytiri comparten un momento de pasión.
Para quienes no estén familiarizados con la película: En Avatar, Sam Worthington y Zoe Saldana interpretan a avatares Na'vi - humanoides del planeta Pandora de piel azul, extremidades alargadas y cola - que se enamoran en una sociedad futurista y distópica. Se les presenta como bellos y pacíficos, pero también tienen mucho en común con los humanos, incluida la necesidad de intimidad.
En el universo Avatar de sexo, los Na'vi pueden controlar sus avatares mediante un programa llamado "Gestión de Avatares" (VaM). Los usuarios pueden elegir entre una amplia gama de opciones para sus avatares, como ombligos internos o externos, diferentes penes y vello púbico, un cuerpo completo, diferentes edades y mucho más. Estos avatares sexuales en 3D se importan después a otros programas de RV y pueden utilizarse para comunicarse con otras personas, interactuar en mundos virtuales o incluso mantener relaciones sexuales sin que la persona que los modela lo sepa.
Como resultado, hay una serie de comunidades online en las que la gente crea modelos 3D de sí mismos y de sus amigos y familiares, los exporta a programas como VaM y luego los utiliza para tener sexo en RV. Motherboard habló con algunos miembros de esta comunidad, que afirmaron que tenía un efecto catártico y que era una forma eficaz de volver a una época o a una sensación que de otro modo no podrían experimentar. También hablaron de cómo utilizan el sexo en sus avatares eróticos virtuales, por ejemplo sustituyendo un pene por una alternativa más erecta o reduciendo el tamaño de los pechos de sus avatares para darles más curvas.
Un estudio reciente publicado en la revista Frontiers in Psychology examinó cómo el género del avatares interactivos de sexo y el tipo de género del jugador afectan a la variación encarnada en tiempo real de la excitación y la valencia, basándose en indicadores fisiológicos así como en la percepción consciente de estas emociones, derivada de autoinformes. Los investigadores manipularon el género del avatar de sexo (masculino o femenino) y el tipo de género del jugador en el juego Skyrim y descubrieron que la excitación y la valencia asociadas al avatar eran mayores cuando la identidad de género de los avatares de los jugadores coincidía con su propia identidad de género que cuando la identidad de género de los avatares de realidad virtual para sexo de los jugadores no coincidía con su propia identidad de género.
En el estudio, el género de un avatar se controlaba mediante una variable llamada SOTA, definida como la indicación de si el avatar figuraba como masculino o femenino en la creación de personajes del juego. Un total de 132 estudiantes jugaron al juego, a la mitad de los cuales se les asignó un avatares para juegos sexuales masculino y a la otra mitad uno femenino. Las otras variables fueron el tipo de género, la edad y el tamaño del avatar. Los resultados mostraron que la variable SOTA no influía significativamente en la excitación o la valencia, pero que el género del avatar y el tipo de género del jugador tenían interacciones significativas entre sí.